- 500 g de pechuga de pollo molida
- 1 taza de migas de pan
- 1 huevo
- 1/4 taza de cebolla picada
- 2 dientes de ajo, picados
- 1 cucharadita de comino en polvo
- 1 cucharadita de pimentón ahumado
- Sal y pimienta al gusto
- Aceite de oliva para cocinar
- 1 tarro de Salsa Verde Jalapeño IBSA
- 1 mango maduro, pelado y picado
Paso 1: Preparar las Albóndigas de Pollo
En un tazón grande, mezcla la pechuga de pollo molida con las migas de pan, huevo, cebolla picada, ajo, comino en polvo, pimentón ahumado, sal y pimienta. Combina bien los ingredientes hasta obtener una mezcla homogénea. Forma pequeñas albóndigas del tamaño de una nuez y colócalas en un plato. Calienta el aceite de oliva en una sartén a fuego medio-alto y cocina las albóndigas hasta que estén doradas por todos lados y bien cocidas en el interior. Retira y reserva.
En una licuadora, combina el mango picado con la salsa verde jalapeño. Prueba y ajusta la sazón según tu preferencia. La combinación de dulzura del mango con el toque picante del jalapeño creará una salsa deliciosa y vibrante que complementará las albóndigas.
Paso 2: Cocinar las Albóndigas en la Salsa
Vierte la salsa jalapeño y mango en la sartén donde cocinaste las albóndigas. Deja que la salsa se caliente a fuego medio. Luego, introduce las albóndigas en la salsa y cocina a fuego lento durante unos 10 minutos, permitiendo que absorban los sabores de la salsa.
Paso 3: Servir y Disfrutar
Coloca las albóndigas en un plato y vierte generosamente la salsa verde jalapeño y mango por encima. Puedes decorar con hojas de cilantro fresco o rodajas de jalapeño para un toque adicional. Sirve las albóndigas sobre arroz blanco, quinoa o pasta para una comida más sustanciosa. Este plato ofrece una combinación única de sabores que deleitará tu paladar, con la jugosidad de las albóndigas contrastando perfectamente con la frescura y picante de la salsa. ¡Buen provecho!