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Las conservas vegetales: tus aliadas para comer sano

conservas ibsa

Con la cada vez más incipiente corriente que reivindica el “slow food” tendemos a fijarnos más en lo que comemos y a ser más selectivos. Huimos de lo envasado y damos preferencia a los alimentos frescos.

No obstante, en esta guerra contra lo procesado a veces también eliminamos, inconscientemente y por error, otros alimentos que en realidad son saludables.

Es el caso de las conservas vegetales que, al contrario de lo que pueda parecer, son en la mayoría de los casos un alimento sano y natural.

Por ello, nos ha parecido interesante dedicarles un post con el fin de que las conozcas mejor y puedas constatar que “envasado” no siempre tiene que significar “procesado” o “malo”.

Conservas vegetales: ¿Condenadas sin un juicio justo?

Tendemos a pensar que todos los productos que vienen envasados y tienen una caducidad larga, deben necesariamente incluir en su composición diferentes aditivos, conservantes y colorantes.

Esto puede ser cierto en el caso de algunos alimentos especialmente sensibles a los microorganismos, tales como productos cárnicos o platos preparados con múltiples ingredientes.

Sin embargo, no ocurre lo mismo con la mayoría de las conservas vegetales. Fíjate en la lista de ingredientes que aparecen en la etiqueta de cualquier conserva de guisantes, pimientos u otras verduras.

Verás que normalmente lo único que llevan, además de la propia verdura, es agua, sal y ácido cítrico, que es el mismo que contiene un limón o una naranja.

El ácido cítrico se añade por su poder antioxidante y no tiene ningún efecto adverso sobre la salud. En realidad, es lo mismo que hacían nuestras abuelas, cuando añadían un poco de zumo de limón a sus conservas caseras.

Y, a grandes rasgos, el proceso de elaborar conservas vegetales sigue siendo similar al que se ha seguido en las casas durante décadas.

La única diferencia es que, gracias a los modernos procesos industriales que incluyen la pasteurización, la esterilización o el envasado al vacío, ahora tienen mayores garantías sanitarias. El botulismo, que en las elaboraciones caseras era un riesgo real, es prácticamente inexistente en las conservas que puedes comprar en las tiendas.

Si hablamos de preparaciones más elaboradas, como platos listos para consumir a base de verduras, el uso o no de aditivos dependerá de la calidad de la conserva y del fabricante.

Por ejemplo, en IBSA, las elaboramos sin conservantes ni aditivos químicos.

conservas ibsaVentajas de las conservas vegetales

Estando entonces claro que no tienes nada que temer de las conservas vegetales de calidad, elaboradas de manera natural, veamos ahora un poco más a fondo qué ventajas te pueden ofrecer.

Propiedades intactas

Los modernos procedimientos de pasteurización y envasado permiten que el alimento conserve todas sus propiedades y no se modifique su estructura. Es decir, que todas las vitaminas, minerales, aminoácidos y nutrientes se mantengan intactos.

Por lo tanto, las conservas vegetales son todo lo contrario a ese producto artificial y desnaturalizado que muchas veces podemos tener en mente erróneamente.

Frescura imbatible

Otra gran ventaja de las conservas vegetales es la alta calidad de la materia prima utilizada. Al estar situadas las plantas conserveras directamente en las zonas de cultivo, normalmente sólo pasan unas pocas horas entre la cosecha y el envasado. Se usan, además, solamente vegetales en perfecto estado, por motivos sanitarios.

No ocurre lo mismo con las frutas y verduras que compras en el mercado o supermercado. Muchas veces pueden pasar días, o incluso semanas, hasta que el producto llega a tus manos. Con las conservas vegetales en cambio, siempre tienes la máxima garantía de frescura.

Los verduras con los que se elaboran son además siempre de temporada. Esto tiene su lógica, puesto que es cuando tienen una mayor disponibilidad, mejor sabor y además un precio más económico.

Esto le ahorra dinero al fabricante y beneficia al consumidor. De este modo, recibirás siempre un producto en su estado óptimo de maduración.

Así que las conservas vegetales pueden ser una excelente alternativa para las épocas frías, en las que la mayoría de las verduras frescas proceden de invernaderos.

Caducidad y conservación

La esterilización y el envasado al vacío permiten que las conservas tengan una caducidad extremadamente larga, que puede llegar hasta los 5 años.

Además, no necesitan refrigeración. Esto te va a permitir almacenarlas y transportarlas sin problema, incluso en épocas estivales. Gracias a ello, las conservas vegetales son ideales para llevar al camping, a la playa o de picnic.

Ahorro de tiempo

En estos tiempos modernos, donde todos estamos estresados y sufrimos de una enorme falta de tiempo, las conservas vegetales pueden ser también unas aliadas estupendas para llevar una alimentación sana y equilibrada.

Es verdad que es muy saludable consumir frutas y verduras frescas. No obstante, en muchas ocasiones acabas comiendo pizzas, sándwiches, embutidos u otros alimentos procesados, porque simplemente no tienes tiempo para hacer comidas más elaboradas.

Para prepararte la cena un día laborable no puedes invertir mucho tiempo en pelar, partir y cocer las verduras durante un buen rato.

Las conservas vegetales solucionan este problema. Por ejemplo, te permiten preparar una menestra o unos guisantes con jamón en sólo 5 minutos. Una opción que, desde luego, es muchísimo más saludable que recurrir a cualquier plato procesado.

Como usar las conservas vegetales en tu cocina

Una gran diferencia entre las verduras frescas o congeladas y las conservas vegetales es que estas últimas vienen ya completamente cocidas (o asadas) y listas para consumir.

Esto te permite añadirlas directamente a cualquier preparación. Aquí tienes algunas ideas de cómo usarlas:

  • Como guarnición de cualquier plato (basta calentarlas unos minutos en agua hirviendo o incluso en el microondas).
  • En cremas de verduras.
  • Como ingrediente en diferentes platos (menestra, escalivada, ensaladilla rusa, alcachofas con jamón, etc.).
  • Para enriquecer tus ensaladas (alcachofas, maíz, pimientos asados…).
  • Como “topping” para pizzas caseras.

En general, puedes utilizarlas para hacer cualquier plato que normalmente cocinarías con verduras frescas. Vienen fenomenal para esos momentos en los que simplemente no tienes tiempo para prepararlo todo desde cero.

Recuerda que en IBSA también te ofrecemos platos semi-preparados, como por ejemplo nuestra “Torti-ya”, con la que puedes preparar una exquisita tortilla de patatas en 5 minutos y tan sólo añadiendo unos huevos batidos.

Estas conservas también las fabricamos de manera totalmente natural, sin aditivos ni conservantes.

Gana tiempo y salud con las conservas vegetales

En resumidas cuentas y, como hemos comentado a lo largo de este post, las conservas vegetales son un alimento sano y práctico.  

Conservan todas sus propiedades y su sabor, puesto que se fabrican con vegetales de temporada y en su estado óptimo de maduración.

Te ahorrarán muchísimo tiempo en pelar, cortar y cocer, lo que te va a permitir preparar platos saludables en un abrir y cerrar de ojos.

Y si te vas de vacaciones, no olvides echar algunas en tu equipaje. Siempre te vendrán bien para montar un picnic o una comida improvisada en cualquier lugar, ya que no necesitan frío.

¿Se te ocurren más ideas sobre cómo usar las conservas vegetales en tu cocina?

¡Entonces no dudes en compartirlo con nosotros!