Llegan los días de calor, cuando las huertas se encuentran a pleno rendimiento y podemos disfrutar, un año más, de exquisitas frutas y verduras de temporada.
Por ello, nos ha parecido un buen momento para hablarte de los increíbles beneficios del tomate. Ya sea crudo, en ensaladas, gazpachos, salmorejo o cocido como ingrediente de salsas, sofritos o sopas, el tomate es sin duda una de las estrellas de la cocina de verano.
Pero el rey de la huerta no sólo destaca por su sabor. También puede hacer muchísimo por tu salud. Especialmente, si lo preparas de la manera adecuada.
Los beneficios del tomate
El tomate, es uno de los vegetales más sorprendentes, por la cantidad de propiedades que esconden detrás de su atractivo color rojo. Algunos de sus méritos son:
- Protege contra los rayos solares, evitando el envejecimiento prematuro y el cáncer de piel.
- Es eficaz también en la prevención de otros tipos de cáncer como los de mama, próstata o colon.
- Tiene un efecto positivo sobre la vista.
- Ayuda a reducir la presión sanguínea.
- Es útil contra el estreñimiento.
- Previene la diabetes y los problemas cardíacos.
Estos beneficios del tomate se deben, especialmente, a una combinación casi perfecta de diferentes nutrientes. Por un lado, es rico en vitamina C, B9 (ácido fólico) y potasio. Contiene además gran cantidad de fibra.
Pero si por algo destaca especialmente, es por los compuestos que le otorgan su característico color rojo: los carotenos. El más destacable entre ellos es el licopeno. De hecho, es el responsable de la mayoría de los beneficios del tomate.
El licopeno: un compuesto especial
El licopeno, como ya hemos mencionado, es un caroteno que contiene el tomate en grandes cantidades. Es considerado especialmente beneficioso para la salud, al ser un potente anticancerígeno.
Los científicos creen que su eficacia se debe principalmente a su poder antioxidante. Este permite neutralizar a los temibles radicales libres, que los rayos solares generan en nuestra piel.
Estos son los responsables del llamado “estrés oxidativo”, que nos hace envejecer y ayuda a crear un ambiente propicio para el desarrollo del cáncer.
Mejor cocido que crudo
Curiosamente, al contrario de lo que ocurre con muchos otros vegetales, sólo podrás aprovechar al máximo los beneficios del tomate si lo consumes cocido.
Esto es debido a que, en su estado crudo, contiene unos compuestos orgánicos conocidos como “antinutrientes”. Estos bloquean y “secuestran” al licopeno y también a minerales como el calcio, impidiendo que los absorbas correctamente.
Uno de los antinutrientes más conocidos presentes en el tomate es el oxalato.
Con la cocción, estos compuestos se destruyen, liberándose entonces el licopeno en grandes cantidades. Es cierto que esto también destruirá, al menos parcialmente, algunas de las vitaminas más sensibles al calor, como la vitamina C. No obstante, esta la podemos obtener fácilmente de otros alimentos.
¿Significa entonces esto que no debes comer tomates crudos?
¡Por supuesto que no!
Si embargo, es conveniente que también lo consumas con frecuencia cocinado. Así obtendrás lo mejor de los dos mundos.
Si además cueces el tomate con aceite de oliva virgen extra, obtendrás todavía un mejor resultado desde el punto de vista de la salud. Estarás combinando los potentes antioxidantes y grasas saludables del aceite de oliva con el licopeno del tomate.
¡Un matrimonio perfecto!
En este sentido, el tomate frito es sin duda uno de los grandes protagonistas de la saludable dieta mediterránea. Ya sea sobre la pasta, con las albóndigas, en una lasaña o de mil otras formas, el tomate frito es una salsa deliciosa, que te permitirá aprovechar todos los beneficios del tomate.
¿Tomate frito o jarabe de azúcares?
No existe nada más delicioso que un tomate frito casero, hecho con tomates de huerto, cocinados a fuego lento. Pero no es menos verdad que resulta bastante laborioso de preparar.
Especialmente porque el tomate se empeña en comportarse como un volcán en erupción cuando lo tienes en el fuego, lo que te obliga a no perderlo de vista.
Por este motivo, casi todos acabamos recurriendo al tomate frito envasado. Lamentablemente, lo que encontramos en la mayoría de las tiendas bajo esa denominación, tiene poco que ver con la deliciosa y saludable salsa preparada en casa.
Muchos tomates fritos comerciales contienen cantidades ingentes de azúcar. Otros se preparan con aceites de baja calidad o, incluso, con diversos aditivos.
No parecen, por lo tanto, la mejor opción si quieres cuidar tu salud gracias a los beneficios del tomate.
En IBSA, llevamos tiempo fabricando nuestro tomate frito con mucho mimo, con ingredientes de calidad, sin conservantes y usando sólo cantidades reducidas de azúcar.
No obstante, somos conscientes que con nuestro estilo de vida actual ya consumimos demasiados azúcares. También sabemos que los edulcorantes, que a menudo se usan como sustitutivos, tampoco son una opción saludable.
Por ello, hemos desarrollado nuestro nuevo tomate frito sin azúcares. Está elaborado a partir de tomate español en su momento óptimo de maduración.
Una vez escaldado, lo cocinamos, a fuego lento, con aceite de oliva de calidad. Con ello, conseguimos la concentración de los azúcares naturalmente presentes en el tomate. El resultado final es un tomate frito delicioso, sin necesidad de azúcares añadidos.
Aprovecha la temporada del tomate
Ahora que ya conoces todos los beneficios del tomate y la mejor manera de prepararlo, ya puedes sacarle todo el partido a esta deliciosa hortaliza.
No hay mejor momento para ello que el verano, ya que estará en su momento óptimo de maduración. Esto significa también que estará a tope de licopeno y tendrá una menor presencia de antinutrientes.
Y recuerda que nosotros también estamos aprovechando la temporada para envasar nuestro tomate frito sin azúcares. Así que, si ahora no tienes tiempo de preparártelo tú, no tendrás que renunciar a sus beneficios.
Y por supuesto, cuando acabe la época de cosecha, siempre podrás tenerlo a mano para disfrutarlo el resto del año.
¡Larga vida al tomate!
Y, gracias al licopeno, larga vida para ti también.