Seguro que en más de una ocasión te ha sucedido que tenías alimentos caducados o en mal estado almacenados.
A la consecuente pérdida de dinero se suma el riesgo alimentario de consumir este tipo de productos. Por eso hemos tomado nota de estos sabios consejos que nos ayudarán a evitar este tipo de situaciones. Toma nota:
– Las despensas tienen un espacio limitado, divídelas en zonas, por productos, para optimizar el espacio y ayudarte a encontrar las cosas más fácilmente.
– Guárdalos de forma correcta, con la etiqueta visible y según fecha de caducidad. Importante que si compras más productos de lo mismo, frentees, es decir, coloques detrás los productos que acabas de comprar ya que suelen tener más fecha de caducidad.
– Hay productos que una vez abiertos deben conservarse en la nevera. Los que puedan permanecer en la despensa deberás cerrarlos de forma adecuada para que no pierdan sus propiedades ni llenen de olores la despensa.
– La limpieza es muy importante. Revisa de forma periódica los productos y su fecha de caducidad para evitar tener que tirarlos y limpia regularmente tu despensa.
También puedes utilizar tarros para guardar productos como legumbres, harina o azúcar, pero evita rellenarlos hasta no terminar su contenido.
Si metes productos en conservas, mermeladas, atún, salsas…; recuerda etiquetar e indicar la fecha de realización.