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Propósitos saludables

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Entre los propósitos de muchos de nosotros para este año seguro que figura comer más sano, hacer más deporte o dejar de fumar. Todos ellos tienen en común un mismo fin, tener salud y bienestar. En vez de hacer una interminable lista de objetivos, empieza observando lo que ya haces. Así serás consciente de lo que necesitas mejorar o cambiar, y también sabrás lo que ya haces bien.

A partir de aquí márcate pequeñas metas, y según las vayas alcanzando, tendrás más fuerza para plantearnos nuevos objetivos. Un buen método para organizar estos objetivos o metas es dividirlos en 3 bloques: alimentación, actividad física y bienestar emocional.

Alimentación saludable

Adquirir unos buenos hábitos de alimentación es mucho más útil y seguro que seguir una dieta, ¡y cuidado con ésas que prometen milagros! Llevar una alimentación saludable consiste en nutrir nuestro cuerpo con los alimentos que necesita, y entre ellos no están los alimentos procesados, los productos refinados, las bebidas alcohólicas y un largo etcétera.

La alimentación desempeña un papel fundamental en nuestra salud y bienestar. Cada vez son más frecuentes los problemas de salud relacionados con patrones de alimentación poco saludables y esa debe de ser nuestra principal motivación para cambiar.

Algunos consejos de la mano de nutricionistas y expertos en la salud:

-Toma frutas y verduras: lo ideal es consumir como mínimo 5 raciones al día.

Bebe agua, es la bebida más saludable: puedes elegir agua corriente o infusiones de hierbas sin azúcar.

-Lee el etiquetado de los productos que compras.

-Compra alimentos frescos: evita los alimentos precocinados, los procesados (como hamburguesas, salchichas o algunos embutidos) y la bollería industrial.

-Evita el consumo de alimentos ricos en grasas no saludables, que suelen estar presentes en carnes procesadas (fiambres, salchichas, hamburguesas…), comidas precocinadas y productos fritos.

-Evita el consumo de alimentos azucarados como: bollería, helados, chocolates, golosinas, edulcorantes y bebidas azucaradas.

-Elige alimentos ricos en fibra por su importancia para regular el tránsito intestinal y aumentar la saciedad, tales como: granos integrales (pan integral / cereales integrales / semillas / copos de centeno o avena), verduras, legumbres (lentejas, garbanzos, guisantes…) y fruta.

-Evita las bebidas alcohólicas.

-Reduce el consumo de sal, puedes reemplazarlo por hierbas aromáticas.

 

Actividad física

Pero a nuestro cuerpo no le basta con una buena alimentación, también necesita moverse, descansar y socializar. Todo ello es necesario para disfrutar de una buena salud.

Ser una persona físicamente activa es muy importante para alargar la vida y mejorar su calidad. La recomendación médica es realizar como mínimo 150 minutos de actividad física moderada a la semana. Sacando 50 minutos 3 veces a la semana puedes cumplir las recomendaciones. Fácil ¿verdad?

Te damos algunas ideas para llevar un estilo de vida más activo:

-¡Empieza a moverte! Algo de actividad física es mejor que nada. Prueba diferentes actividades hasta dar con la que más te guste y te enganche.

-Incorpora la actividad física en tu rutina diaria: ir andando al trabajo, a la compra, subir por las escaleras, etc.

-Cambia tu forma de desplazarte: siempre que sea posible ve caminando o en bici en vez de coger el coche o el transporte público.

-Haz que los demás se muevan: realizar cualquier tipo de actividad física en compañía siempre es más divertido y se volverá más fácilmente parte de tu rutina.

Bienestar emocional

El bienestar emocional contribuye por sí mismo a mejorar nuestra salud. Además, sentirse bien nos motiva a adoptar un estilo de vida más saludable.

Estar bien emocionalmente nos permite poder vivir en sociedad y desempeñar las exigencias de la vida cotidiana. Cuanto mejor gestiones tus emociones, mayor será tu capacidad de disfrutar de la vida, lidiar con el estrés y centrarte en las prioridades personales.

Algunas estrategias que puedes poner en práctica: 

-Relaciónate con tu alrededor: familia, amigos, vecinos, compañeros de trabajo, etc.

-¡Escucha! Sé consciente de lo que vives, de cómo te sientes y de tus emociones.

-Quiérete y acéptate como eres.

-Dedícate tiempo.

-No dejes de aprender cosas nuevas, mejorará tu autoestima y la confianza en ti mismo.

Intenta reducir el estrés y aplica estrategias que contribuyan a desconectar y relajarse como pueden ser la meditación o la actividad física. Esto ayuda a reducir el efecto que tiene el estrés en la salud.

¿Qué vas a hacer cada día o cada semana para conseguir las metas/cambios que te has propuesto?

Como ves hay varios cambios que puedes emprender. Te proponemos que empieces con los propósitos que te resulten más fáciles.

Define qué vas a hacer para lograr estos objetivos de forma concreta (Por ejemplo, qué alimentos vas a tomar esta semana, cuáles vas a reducir o qué actividad física y asígnale un hueco en tu calendario).

Cada vez que hayas logrado una meta o un cambio te sentirás más motivado para afrontar el siguiente. Sentir que gozas de una mayor salud y bienestar será luego un motivo suficiente para continuar y seguir adquiriendo hábitos saludables.